13 May
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La Marisquería Don Beto es una empresa 100% generaleña que fue fundada hace 30 años y desde entonces se ubica 100 metros norte del Hospital Escalante Pradilla en el centro de San Isidro de El General. También tiene el Rancho Don Beto en La Ceniza.

Precisamente, desde hace más de 20 años, Marisquería don Beto apoya la Carrera al Chirripó. En sus inicios, incluso patrocinaron cenas hasta para 800 personas.

Un granito de arena muy valioso

Actualmente, realizan dos acciones muy especiales e importantes para la organización de este evento:

Patrocinan la cena que se realiza en vísperas de la carrera con unos 100 invitados entre los que se encuentran los patrocinadores de la competencia. Esta cena, que se lleva a cabo en la segunda planta de la marisquería, tiene un valor aproximado de medio millón de colones.

Y desde hace muchos años apoyan e impulsan la participación de los corredores de origen indígena al pagarles la inscripción a la carrera.

Un impulsador de la participación indígena

“En aquel tiempo me acuerdo de que Gustavo Arias me llevó a ver las condiciones en que corrían los indígenas. En ese entonces corrían sólo hombres. Usaban botas de hule de esas bajas, y llegaban con los pies en carne viva. Entonces, nosotros nos propusimos tratar de ayudarles en lo que humildemente pudiéramos”, contó don Pedro Barrantes, propietario de la Marisquería Don Beto. Después, se sumaron corredoras mujeres también indígenas quienes hacen grandes esfuerzos por participar.

“Yo tengo un negocio muy pequeño, pero siempre hemos tratado de ayudar a mis indígenas. Yo no soy patrocinador de ellos, sólo les ayudo con la inscripción de la carrera al Chirripó y de otras carreras de alta montaña (como las carreras Jaular, Longo Mai, Santa María Brunca… son unas cinco o seis competencias más)”, explicó Barrantes.

Este año, por ejemplo, pagaron la inscripción de 4 competidores indígenas para la Carrera de 34 km y 4 más para la de 12 km.

“Ellos (los corredores indígenas) para venir aquí hacen un esfuerzo enorme. Para ellos, ganarse una platita en la carrera tal vez significa la comida o la ropita de todo el año. Nosotros siempre los queremos mucho”, asegura don Pedro.

“Este año para mí ver llegar a Noily en primer lugar y a Andrea en segundo fue tan emocionante. Yo siempre digo que ellos son ganadores desde el momento en que llegan a San Gerardo a hacer la carrera porque ya han atravesado la cordillera, pero este año me embargó la nostalgia y lloré y me desahogué. Yo espero verlos participar mucho tiempo más. Ojalá que lleguen buenos patrocinadores para ellos”.

Además, todos los años Marisquería don Beto ha organizado un pequeño agasajo en el Rancho Don Beto para los indígenas que participan de la carrera al Chirripó, después de la competencia, como una forma de honrar su compromiso, disciplina y trabajo duro.

Don Pedro eso sí fue contundente en decir, tristemente, que la pandemia afectó profundamente el negocio y no sabe si podrá seguir colaborando de la forma en que siempre lo ha hecho.

“Nosotros aportamos un pequeño granito de arena en la carrera… No me gusta ni contar esto porque uno no lo hace para figurar. La gente quizás cree que uno anda con los indígenas para figurar, pero yo nunca he tratado de hacer publicidad ni abusar de ellos para la imagen del negocio”, aclaró don Pedro.

Una alianza para toda la vida

Desde el Comité Organizador de la carrera siempre estaremos profundamente agradecidos por el aporte de don Pedro, su familia, y la Marisquería don Beto porque sabemos que lo hacen de corazón. Honramos su compromiso social y su visión. Y esperamos que esta alianza dure para toda la vida.

Si usted quiere conocer cuáles otras empresas apoyan la carrera al Chirripó o quiere sumarse a la organización, contáctenos.